La Corte Suprema de Justicia, a través del presidente, doctor Eugenio Jiménez Rolón, participa desde la víspera de la Cumbre Panamericana de Jueces sobre Derechos Sociales, llevada a cabo en la Casina Pío IV del Vaticano. El objetivo del encuentro es discutir sobre cómo llevar a la realidad efectiva a las tres “T” propuestas por el papa Francisco: Tierra, Techo y Trabajo. Además, se busca cómo cuestionar las restricciones presupuestarias y los controles exógenos de índole bancaria o financiera con base en la deuda externa de los países y cómo superar las presiones políticas y confluir en un movimiento mundial de defensa irrestricta de derechos sociales.

El encuentro, organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias, tiene como protagonistas a jueces, defensores y asesores de las tres Américas, expertos en situaciones de derechos sociales, económicos y culturales. Sus relaciones se basan en los progresos registrados en sus compromisos específicos, inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia, o bien relatar propuestas ad hoc para nuevas praxis jurídicas en los tribunales.

El cónclave será de utilidad para consolidar una Junta Permanente Panamericana de Jueces en defensa de los Derechos Sociales que podrá en el futuro coordinar esfuerzos en la región para optimizar las políticas judiciales en torno del cabal respeto por los derechos sociales, económicos y culturales, promoviendo encuentros de formación, cursos, comisiones de defensa de magistrados presionados por su labor. Las ponencias servirán de base teórica para un próximo Encuentro Mundial de Jueces sobre Derechos Sociales y Doctrina Franciscana.

En una entrevista, el presidente, doctor Eugenio Jiménez Rolón, refirió que “la corrupción es un problema transversal que suscita otros muchos y que en definitiva significan pobreza, por eso la tarea de los jueces en general es una tarea absolutamente esencial en la lucha contra la pobreza a través de la lucha contra la corrupción. La corrupción lo que produce es el apartamiento de las reglas que tienen que ver con el bien común, y el bien común es la base para la lucha contra la pobreza; las tareas de los magistrados son esenciales no solo para establecer la vigencia de la ley, debe llevar al desarrollo social, luchar contra la pobreza, porque en la medida que el desarrollo social se profundice la pobreza va cediendo”.

El papa Francisco hablará en la clausura y presentará un documento especial sobre la importancia de este tema.