Por no someterse por voluntad propia a la justicia y por haberse fugado más de un año, la jueza  Lourdes Scura negó el pedido de libertad condicional planteado por la defensa de Rubén Ramírez Cataldo, condenado a 4 años de cárcel por el desvío de 14.000 millones de guaraníes pertenecientes al proyecto Ysaka.

En su resolución, la magistrada explica que al contar con antecedente por fuga, le impide beneficiarse con la medida y que además al haber estado prófugo por mas de un año sigue latente dicho peligro.  

Asimismo, manifestó que cuando el expediente recayó en su despacho, Ramírez Cataldo fue convocado por el juzgado, sin embargo, no se presentó y que por lo tanto se tuvo que recurrir a un allanamiento para ubicarlo.

A esto se suma que la propia fiscala del caso, Celia Beckelmann, se opuso al pedido planteado por Ramírez Cataldo, teniendo en cuenta justamente el peligro de fuga.  Además el resultado del estudio sicológico realizado al condenado tampoco le favoreció, ya que, según la profesional que tuvo a su cargo dicho estudio, Ramírez Cataldo es reincidente, ambicioso y con falto de límites.

Compurgamiento de pena para el paí rubio

Por su parte, el padre José Antonio Rubio, quien también fue condenado en el mismo caso, fue beneficiado con el compurgamiento de pena, a través de una resolución firmada por la jueza Scura. En base a la resolución judicial, el religioso, quien fue condenado a 3 años de prisión, guardó reclusión en el Colegio Salesianito, incluso por mayor tiempo al de su condena.

De esta manera se levantan todas las restricciones que pesaban en contra del sacerdote, como la prohibición de salida del país y la fianza establecida en nombre de sus abogados Jorge Bogarín y Bettina Legal, aunque el antecedente en contra del padre Rubio se mantendrá por un lapso de cinco años.