La jueza Rosa Carolina Martínez Ortiz dictó sentencia en un proceso de adopción, a través de un procedimiento sumario y dentro de un plazo abreviado, teniendo en cuenta que los postulantes propuestos por el Centro de Adopciones han sido la propia familia acogedora, quienes fueron los guardadores desde el mes de febrero del año 2020 mientras se tramitaba el juicio de pérdida de la patria potestad de un niño de padres desconocidos y en estado de vulnerabilidad. 

Los principales fundamentos de la sentencia de adopción fueron, en primer lugar, otorgarle al niño un hogar con un ambiente familiar que le garantice su desarrollo armónico e integral, de tal manera que crezca dentro de un entorno saludable y rodeado de afecto, que le permita efectivizar todos sus derechos en su calidad de ser humano en desarrollo.

El informe del juzgado resalta que se garantiza al niño el derecho a tener una familia, a la estabilidad, a vivir en un ambiente sano y un espacio rodeado de afecto para su bienestar y crecimiento, dándose cumplimiento de esta forma al Principio del Interés Superior del Niño, pregonado por la Doctrina de la Protección Integral. 

Cabe resaltar la celeridad de este proceso desde su presentación, teniendo en cuenta que con la antigua ley las sentencias definitivas podían llegar a tardar entre 5 a 6 años aproximadamente. En tal sentido, se recalca la prioridad de los derechos y garantías del niño y la niña, consagrados en la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y Niña, como así también en el ordenamiento positivo nacional, asegurándole a este niño su desarrollo integral dentro del seno de una familia.