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Corte Suprema de Justicia

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17 DE OCTUBRE DE 2018

EL JUEZ QUE YO QUIERO EN COLEGIO CATÓLICO

Estudiantes del Sor Palomino reciben visita de jueza

Días pasados, durante una charla educativa e informativa en el marco del módulo "El juez que yo quiero", la camarista del fuero de la Niñez y de la Adolescencia doctora Gloria Benítez dialogó con estudiantes del noveno grado al tercero de la media del Colegio Salesiano Sor Eusebia Palomino de la capital. Durante la jornada la autoridad judicial hizo hincapié en defender los derechos humanos y ser promotores de dicha causa en pos de colaborar con los organismos competentes que resguardan la garantía de los derechos.

La Secretaría de Educación en Justicia, dependiente de la máxima instancia judicial, sigue desarrollando talleres en distintas zonas del país. Esta vez se capacitó en el Colegio Sor Eusebia Palomino con un auditorio de alumnos que cursan del noveno grado al tercero de la media. La charla educativa contó con más de 200 asistentes, quienes dialogaron amenamente con la jueza del Tribunal de Apelación de la Niñez y de la Adolescencia doctora Gloria Benítez, quien pudo disipar algunas dudas del auditorio.

La magistrada, a través de un diálogo muy ameno, hizo un breve repaso con los alumnos sobre los derechos y obligaciones, como así también sobre otros temas y contenidos que fueron abordados durante la jornada informativa. 

La autoridad judicial instó al auditorio a hacer valer sus derechos sin desánimo y que la finalidad de estos encuentros radica en fomentar la actitud de conocer sobre los temas de interés de los jóvenes y que sobre todo puedan ser defensores de los derechos y que no permitan su vulneración.

La doctora Benítez dio participación a los alumnos, quienes leyeron artículos tanto de la Constitución Nacional como del Compendio de la Niñez, para debatir sobre varios temas. 

Hicieron énfasis en la lectura sobre la protección al niño, en donde se menciona que la familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de garantizar al menor su desarrollo armónico e integral, así como el ejercicio pleno de sus derechos, protegiéndolo contra el abandono, la desnutrición, la violencia, el abuso, el tráfico y la explotación.

“Cualquier persona puede exigir a la autoridad competente el cumplimiento de tales garantías y la sanción de los infractores”, concluyó la magistrada.

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