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Corte Suprema de Justicia

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22 DE AGOSTO DE 2006

JUICIO DE CASO CECILIA CUBAS

Testigo confirmó que Otazú y Cristaldo Mieres habitaron casa en Ñemby

El vecino de la casa donde se encontró el cuerpo de Cecilia Cubas, Jonhatan Simeone Dure confirmó esta mañana ante el Tribunal de Sentencia, que primeramente habitó la vivienda Roberto Otazú y que posteriormente pasó a ocuparla Manuel Cristaldo Mieres. Indicó que nunca escuchó movimientos raros en la casa.

Con la declaración de Jonhatan Simeano Dure, vecino de la casa donde se encontró el cuerpo de Cecilia Cubas, en Ñemby, prosiguió el juicio oral y publico que juzga a los 15 acusados por el secuestro y homicidio de la hija del ex Presidente de la República, Cecilia Cubas.


En su testimonio ante el Tribunal de Sentencia, Simeano Dure señaló que fue allí que conoció a Roberto Otazú, pero que en el barrio no se le conocía por su verdadero nombre, sino por Santillana. El mismo esta sindicado como el que compró la casa del horror. Según dijo, Otazú y su grupo habitaron el inmueble hasta abril o mayo del 2004 y que posteriormente pasó a ocuparlo Manuel Cristaldo Mieres junto a una mujer, quien conforme a la investigación se trata de Magna Meza.


Sostuvo en su declaración que Cristaldo Mieres era de muy poco hablar, aligual que la mujer, pero que parecían muy buena persona y que ciertas veces iban hasta al pequeño almacén que poseía el testigo a comprar algunas cosas.


Mencionó, además que entre el 29 y 30 de diciembre del 2004, Mieres le entregó la llave del portón pidiéndole que le mire la casa por si algún petardo, producto del festejo de fin de año, caiga sobre su vehiculo que estaba en el interior del inmueble, ya que él viajaría a Villarrica a la casa de su suegro.


El 18 de enero, según alegó, Mieres regresó, devolviéndole la llave, y el 19 de enero desapareció del barrio desconociendo su paradero hasta la actualidad. Indicó, asimismo, que la casa sufrió una serie de refacciones, sobre todo en la muralla y la vereda en época en que Roberto Otazú la habitaba.


A pedido de la fiscalia y pese a la oposición de la defensa, se le exhibió al testigo el vídeo de práctica de secuestro hallado en uno de los allanamientos y señaló que uno de los queaparecían en la filmación tenía una fisonomía muy parecida a Aldo Meza y que la mujer era similar a Magna Meza, aunque en todo momento señaló no estar seguro y que solo se guiaba por el parecido.


Consultado si alguna vez pudo oír o divisar movimientos raros dentro de la casa, el testigo respondió en forma negativa y aclaró, además que ni siquiera música se escuchaba en la casa. El único de los acusados que abandonó la sala de juicios orales fue Asael Salas, al argumentar que no se sentía bien de salud.
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