El comunicado, publicado en las redes sociales, empieza indicando: “Vivimos un momento muy difícil. Paraguay sufre, como el mundo sufre por el miedo y la incertidumbre. Todos quienes tenemos voz en la sociedad debemos más que nunca cuidar nuestras conductas y nuestras palabras”.

Por otro lado, señala: “Nadie con seriedad puede afirmar que la pandemia, la muerte, el sufrimiento de todos, pueden ser utilizados como una excusa para eludir responsabilidades. Las víctimas de este momento no distinguen cargo ni función. El Poder Judicial durante toda la crisis ha actuado según las recomendaciones de la autoridad sanitaria, basados en datos estadísticos reales y no en deseos de protagonismo”.

El texto afirma que esos datos “han exigido en algunos casos limitar las actividades presenciales y apostar a la tecnología como aliada para afrontar la crisis. La Corte Suprema ha reducido, reorganizado y optimizado recursos para avanzar hacia la digitalización total haciendo en 6 meses lo que se había proyectado para algunos años. Se ha suspendido la feria judicial, se han suspendido vacaciones, se ha trabajado por turnos. Aún en estas condiciones el número de sentencias y asuntos terminados ha mejorado y si bien puede haber casos en que el sistema ha fallado, esa es la gran excepción y no la regla”.

“Todo ello se viene realizando, procurando salvar vidas de ciudadanos paraguayos, madres, padres, hijos y abuelos sin distinguir si son abogados, jueces o funcionarios. Solo una mente muy afectada puede sostener que las limitaciones de nuestro tiempo se imponen con el afán de eludir el trabajo o perjudicar a los operadores y auxiliares de justicia”, explica.

El comunicado culmina indicando cuanto sigue: “Exhortamos a mantener la seriedad en toda manifestación mediática. Otro camino no aporta nada digno de respetarse. La Asociación de Jueces del Paraguay ha trabajado con seriedad, profunda autocrítica, apertura a la ciudadanía, diálogo con la sociedad civil y suspensión de asociados en conductas no acordes a la investidura. Aceptamos y animamos la crítica, pero aceptar la crítica constructiva no es razón para callar cuando se pretende demeritar los esfuerzos que la Corte Suprema viene haciendo para salvar vidas".